lunes, 7 de julio de 2008
La jota de corazones, Patricia Cornwell
Me gusta la novela negra, me gusta mucho. Es un género que logra engancharme desde la primera página, a veces desde la primera frase, y me tiene pegada a sus páginas hasta el final. Empecé, como supongo que hizo todo el mundo, con Agatha Christie, y fui pasando poco a poco a escritoras más contemporáneas. Y digo escritoras con toda la intención y sin ánimo de que suene a feminismo barato, porque en mi estantería todas las novelas de género negro o policial (no sé si hay alguna diferencia, agradeceré si alguien me lo aclara) están escritas por mujeres. No, no evito las escritas por hombres, pero parece que hay más autoras que autores, sobre todo en Estados Unidos. Curioso, ¿no?
De Patricia Cornwell he leído poco, tan sólo un par de sus novelas de Kay Scarpetta. Cuando compré esta estaba de exámenes, y me dije que sería una buena manera de descansar la mente tras horas de estudio sin tener que idiotizarme delante de operaciones triunfo y matrimoniadas varias. La cogí con ganas y, como esperaba, en el primer capítulo ya se me presentó el caso del terrible asesino en serie que acababa de matar a la hija de una importante mujer en el mundo de la política. Esto promete, me dije. Aunque, a decir verdad, esperaba más.
Kay Scarpetta, para el que no conozca la serie, es una patóloga forense que ayuda de vez en cuando al FBI a esclarecer los casos más difíciles. El agente Marino, un hombre al que me imagino gordo y descuidado aunque no se le describe así (pero qué otra descripción puede esperarse con ese nombre), es el compañero que se le suele asignar normalmente; en la traducción al castellano insisten en hacer que ambos se traten de usted, pero me resisto a creer que dos personas que suelen invitarse a cenar a casa mutuamente y sueltan juramentos sin importarles que el otro esté al lado vayan a andarse con tantos formulismos. Los casos, dada la profesión de Scarpetta, se basan en los datos forenses, y esto provoca conversaciones un poco densas entre ambos protagonistas. Por supuesto, Marino no está familiarizado con la terminología y Cornwell, que trabajó de forense antes de convertirse en escritora, aprovecha que Scarpetta tiene que hacer aclaraciones para que nosotros nos enteremos también.
La acción está ampliamente basada en el diálogo de los personajes, sus sospechas, sus teorías, y a veces se hace pesado seguir la historia. Hay que estar muy atento a pequeños inuendos y detalles que luego terminan siendo cruciales. Los personajes, sobre todo teniendo en cuenta que se trata de una serie, me parecieron bastante planos: ella es la típica policía (bueno, no, pero como si lo fuera) que no tiene tiempo para su familia y ha roto una relación con un agente del FBI porque ninguno de los dos quería renunciar a su trabajo; Marino es el típico policía desarrapado que solo come pasta y al que su mujer acaba de abandonar por alguien que le presta más atención. Nada que objetar si viniera de una escritora más inexperta, pero de la Cornwell me sorprende.
Lo que más me decepcionó, sin lugar a dudas, fue el final. No nos debe extrañar que las escritoras de misterio se saquen un dato que resulte esclarecedor al final de la novela, sin habernos dado acceso a él antes, pero Cornwell llega a rozar el engaño vil y cruel con su asesino. El dato nuevo niega uno que se ha dado como cierto anteriormente, y el lector o la lectora sólo lo sabe después de que el asesino haya sido detenido pagando un alto precio (el asesino, obviamente, no el lector ni la lectora).
De todas formas, siempre apetece leer algo de la Cromwell. Este es uno de sus libros más tempranos y mi recuerdo me dice que en tomos posteriores la serie mejora, o quizás la tenga idealizada. Una mujer que se dedica a trabajar en la misma profesión que sus protagonistas para poder tener información de primera mano demuestra un ansia por hacer bien su trabajo que es digno de tener en cuenta. Seguiré leyéndola, pero, me temo, el siguiente será en inglés.
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1 comentario:
Tienes razón en casi todo lo que dices. Este no es el mejor libro de la saga, después la coisa mejora y mucho, entran nuevos personajes y nuevas relaciones entre los protagonistas que le dan un nuevo tinte a las novelas. Aunque es dificil leerlas sueltas si no has leido las anteriores puesto que hace muchas referencias a cosas sucediddas en otra novelas.
A mi me encanta y estoy deseando que escriba el nuevo porque este nuevo me ha dejado con el corazón en un puño.
D.
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