domingo, 14 de junio de 2015

Blitz, David Trueba


Poco más de tres horas de una tarde de domingo han sido necesarias para terminarme este libro. Fue una compra impetuosa nacida de un deseo de leer "algo light", y la verdad es que acerté de pleno, porque Blitz se lee de una sentada. No necesariamente porque la trama enganche (no hay mucho a lo que agarrarse en los periplos de un Bloom madrileño), pero el lenguaje es sencillo, el libro es corto y se deja leer.

La historia empieza cuando Beto recibe un mensaje de amor de su novia al móvil que sabe que no es para él mientras está en un congreso en Munich con ella. Marta ha vuelto con su antiguo novio, su relación de cinco años está a punto de desaparecer, su empresa de paisajismo hace aguas por todas partes y, herido en lo más hondo, decide no volver a Madrid con su ya ex novia y quedarse unos días más en Munich, sin un duro ni lugar donde caerse muerto. Tres cuartas partes de la novela narran las vicisitudes del protagonista en los dos días extras que se queda en Alemania, y le vemos deambular sin dinero, sin ideas y sin casi energía en un escenario invernal en el que no conoce más que a Helga, la guía sexagenaria del congreso, que es quien al final le da cobijo y le saca las castañas del fuego. Ciento sesenta páginas de novela con un solo narrador, con un diálogo incluido sin marcas en el monólogo y con un lenguaje actual y, para mi gusto, un tanto soez a ratos que más parece una conversación que un texto escrito. La crisis económica está presente en cada página, la precariedad laboral, lo difícil que lo tienen los jóvenes para ganarse la vida, y a esa crisis de fuera hay que unir la sentimental, que lleva a Beto a hacer algo que quizás no hubiera hecho si Marta nunca hubiera roto con él (y por su antiguo novio, además).

Como digo, un libro que se lee fácil, puro entretenimiento, aunque no sé hasta qué punto puedo decir que me ha gustado. No me ha dejado buen poso. No he conseguido coger cariño al protagonista ni interesarme por su deambular, y el final me ha parecido demasiado ficticio hasta para ser una obra de ficción, no me lo creo. Dudo que vaya a recomendar este libro a nadie; más bien pasará a ser parte del montón de "libros para reciclar" cuando haga mi tan prometida limpieza de biblioteca para hacer hueco a libros que, digamos, merecen estar entre los agraciados con un hueco en mis sobrepobladas baldas.

lunes, 8 de junio de 2015

The Cuckoo's Calling, Robert Galbraith


Let me first clarify, for those of you who have been living under a rock the past few years, that Robert Galbraith is the alias of  the very famous, very rich and (for me, at least) very talented JK Rowling, who wanted to try her hand at mystery writing without the pressure of her very well known career. Her pseudonym lasted as a secret what journalists lasted in adding two and two, and now even the book cover admits that she is the person behind the name. I won't deny her name is what made me buy the book in the first place, and I was very afraid that I would be disappointed because I love HP so much (and also mystery novels). Luckily, I wasn't. That's why I'm here to recommend it. 

The Cuckoo's Calling is a detective story, plain and simple. It has a tough detective as its main character, who is going through some love and financial trouble, and it has the pretty secretary who doesn't very well know how she ended up there in the first place (no sexual tension so far, but you can see it coming). The book is very "macho", very masculine, most of it told from the point of view of the detective, Cormoran Strike. He's asked to investigate a suicide by the brother of the victim, a beautiful model in the hight of her career who had no reason to kill herself, apart from some mental problems. Strike will dig deep and discover that, true enough, Lula Landry didn't jump from her balcony: she was pushed. 

The book is well written, engaging, with a lot of clues and red herrings, in the classic style of detective hard-boil novels. It's probably not a novel that would have had as much publicity as it has had if someone other than Rowling had written it, but it's still a good story, entertaining. I think the best compliment that can be given is that it didn't remind me of Harry Potter at all, not in the style and, of course, not in any metaliterary comments. The second adventure of Cormoran Strike is sitting at my coffee table right now; I will be happy to read it on the beach with a fresh drink in my hand and an empty schedule ahead of me. Perfect summer reading, I tell you.