lunes, 5 de abril de 2010

El concierto



Un antiguo director de orquesta al que el viejo régimen comunista dejó sin trabajo hace treinta años urde un plan para llevar a una falsa orquesta del Bolshoi a París y así poder terminar el concierto de Tchaikovsky que no le permitieron acabar en su día. Después de dos semanas reclutando a viejos músicos, consigue reunir a su antigua orquesta y, sin haber ensayado una sola nota, se ponen en marcha hacia París. Sólo pone una condición: que la violinista solista sea una conocida joven francesa a cuya mánager conoce más que bien y a quien revelará buena parte de su vida a lo largo de la película.

Impresionante y preciosa película que, desgraciadamente, no llegará a todos los cines porque es una producción europea y ya se sabe que eso no vende tanto como las americanas. La primera vez en mi vida que me emociono con música clásica -soy una inculta musical, qué le vamos a hacer-. Preparaos para sonreír, reír abiertamente y llorar a moco tendido, todo casi al mismo tiempo, en una película que dura dos horas, que te mete un concierto entero y que te da la sensación de que dura un suspiro. Hacía mucho tiempo que no veía a hombres de cincuenta años salir de la sala del cine con los ojos como puños y el kleenex en la nariz.

Preciosa. Vedla si podéis. Cinco estrellas.